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ToggleIntroducción: El peligro oculto tras un precio tentador
En el mundo del panel sándwich no todo lo que reluce es oro. Y lo que brilla sospechosamente barato, casi seguro acaba no siéndolo. Existen paneles de primera calidad, perfectamente fabricados bajo estrictos estándares. Y luego están los otros, los paneles que nacieron para darles paso a los paneles sandwich de alta calidad. A simple vista parecen iguales, pero cada centímetro oculta un pequeño drama técnico.
En Build Panel Solutions llevamos años produciendo paneles a medida para cubiertas, tejados y fachadas. Todos ellos con certificaciones, garantía y una férrea alergia a los atajos. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber para distinguir un panel de alta calidad de otro de segunda mano:
- Qué es un panel de segunda (spoiler: no es de segunda mano).
- Cómo nacen en el inicio de los primeros metros de producción.
- Por qué pueden dejarte sin tejado… y sin paciencia.
- Cómo reconocer uno a distancia sin ser ingeniero de la NASA.
El arranque necesario: origen de los paneles de segunda
El proceso de fabricación y sus primeros metros críticos
Fabricar un panel sándwich es un proceso industrial que exige precisión quirúrgica y maquinaria afinada como un piano. Cada producción comienza con:
- Bobinas y perfilado: Grandes rollos de chapa superior e inferior se perfilan con la geometría exacta para el tipo de panel elegido.
- Dispensador de espuma: La chapa inferior avanza y recibe el núcleo líquido (PUR o PIR), listo para expandirse.
- Colocación de la chapa superior: Justo antes del horno, se añade la tapa metálica, completando el «sándwich».
- Horneado: El panel entra en un túnel térmico a la temperatura exacta necesaria para su espesor y composición. Cada modelo requiere su propio ajuste: no es lo mismo un panel de 30 mm que uno de 100 mm. La espuma crece, se adhiere y se estabiliza dentro del horno como un pastel bien hecho.
Aquí empieza lo interesante, los primeros 200–300 metros de cualquier nueva producción no pueden considerarse óptimos, ya que el horno necesita alcanzar su temperatura ideal, los rodillos deben adaptarse al molde correcto y la velocidad de línea ajustarse al espesor del panel.
Este margen de ajuste es completamente normal y necesario en cualquier fábrica seria. Estos primeros metros se desechan con responsabilidad. Ningún fabricante profesional los certifica ni los pone en circulación como paneles de primera calidad.
El problema surge cuando esos paneles desechados —necesarios pero defectuosos— acaban en manos de terceros que los venden como si nada hubiera pasado. Y ahí empieza el lío.
¿Qué se desecha y por qué?
- Espuma con bolsas de aire: La versión espumosa del queso gruyere, con su alta capacidad de inflamación.
- Bordes mal alineados: Panel con más curvas que una carretera de montaña.
- Inflado extraño: Más que un panel, parece un colchón inflable del outlet.
Lo que en fábrica se descarta, en el mercado paralelo aparece con etiqueta de oportunidad. Es triste, pero hay quien convierte desechos en gangas, sin contar que tu cubierta puede terminar siendo una obra de arte contemporáneo… por accidente.
Riesgos de usar paneles de segunda calidad
Aislamiento térmico y acústico comprometido
Un panel de 30 mm con una espuma de densidad baja es como un edredón sin relleno: lo ves esponjoso, pero pasas frío igual.
- Facturas de energía que te hacen llorar más que una cebolla.
- Ruido exterior que atraviesa tu panel como si fuera mantequilla caliente.
Es importante mantener estas condiciones de aislamiento térmico y acústico lo más seguro posible para garantizar sus propiedades de forma duradera en viviendas y estructuras.
Peligro de desprendimientos y corrosión
- Chapas flojas que ondean al viento como si fueran banderas de festival.
Problemas en la instalación y la seguridad
- Paneles que se rompen en tus manos como galletas de arroz.
- Y si alguien pide el certificado CE… suerte con eso. Es como buscar un unicornio.
Reconociendo un panel de segunda calidad
Parámetros clave a medir
- Peso por metro cuadrado: Si tu panel de 30 mm pesa menos de 8.80 kg/m2, algo va mal.
- Espesor nominal vs efectivo: Si mide 30 mm y solo hay 27, la espuma no ha llegado a expandirse bien.
- Adhesión espuma-chapa: Si se despega como una calcomanía, mejor correr.
- Certificaciones: si no hay certificado CE ni factura con IVA, hay drama.
Por qué elegir paneles a medida en Build Panel Solutions
Fabricación 100% controlada
Nuestras líneas de fabricación son como una orquesta afinada: si algo suena mal, no sale al escenario.
- Arranque: Lo descartamos, porque el caos inicial no es arte.
- Producción: Densidad, temperatura y velocidad como un reloj suizo.
- Acabado: Porque una buena chapa no solo se ve, se siente (y no chirría).
Asesoramiento personalizado
No hay dos cubiertas iguales. No todos los proyectos necesitan lo mismo. Por eso:
- Cuenta con el asesoramiento personalizado sin compromiso. Porque tu proyecto es único para ti, por lo tanto, es único para nosotros.
- Gracias a las campañas de fabricación bien definidas sabrás cuando tu panel entra y sale de la producción.
- Fabricamos a medida todos los accesorios necesarios, según las características de tu cubierta o fachada.
Factores que influyen en el precio del panel sándwich
¿Un panel puede costar lo mismo que un menú de estrella Michelin (30 €/m²) o parecido a un bocata de chistorra (12 €/m²)? ¿Que influye en el precio de tu panel sándwich?:
- Tipo de núcleo aislante: El PUR (Poliuretano) es el aislamiento rápido y económico. El PIR es el caviar técnico: exclusivo y eficaz para asilamientos térmicos. La lana de roca tiene el mejor comportamiento frente al fuego.
- Espesor del panel: Más grosor significa un escudo de alta seguridad y más gramos en la báscula. Si tu panel de 30 mm pesa como un suspiro, cuidado, puede que vengan con piñata de aire incorporada.
- Espesor de la chapa: 0,4–0,6 mm es el filete de calidad; 0,0 mm es más bien papel de fumar. Si al darle un golpecito suena a carcasa de lata oxidada, ¡bienvenido al festival de chirridos! Y si se hunde con tocarlo, huye.
- Pack de accesorios: Esto no es Tinder, no vale solo el perfil. Panel sin remates, tornillos y canalones es un traje sin botones: parece completo hasta que te mueves. ¿Quieres un traje a medida o un pañuelo descartable?
- Medidas a medida: La personalización cuesta. En nuestro caso, en absoluto. El panel fabricado a medida, sin desperdicios, ni costes adicionales ¡es el panel sándwich más barato!
Recuerda, si te puede el ansia de ahorro, acabarás financiando chapas de segunda en tus sueños… y en tus pesadillas energéticas.
También recuerda que cada euro que inviertas en el panel se nota en tu factura de calefacción, en tu paz mental y en tus vecinos (que no tendrán que escuchar chirridos de chapa frágil).
Cómo detectar un panel sándwich de segunda calidad
¿Qué es un panel de segunda calidad?
Un panel de segunda calidad es el panel sándwich producto de inicio de cada fabricación, a falta de calibrar todos los componentes que influyen en fabricación de panel sandwich de alta calidad.
¿Puedo usar un panel más barato para ahorrar?
Sí, si también planeas ahorrar en tranquilidad, garantías y durabilidad. Lo barato aquí no solo sale caro… a veces sale volando.
¿Cómo garantizan la calidad los paneles a medida?
Con ensayos, controles, certificados y algo más valioso: obsesión. Probamos desde la densidad de espuma hasta el grosor del alma. Si algo no cuadra, no sale.
Nuestras recomendaciones antes de comprar un panel de ocasión
Los paneles de segunda calidad son una bomba de relojería. Pueden parecer gangas, pero lo que realmente ofrecen es un festival de goteras, calor, frío y ruidos no deseados.
En Build Panel Solutions, no vendemos incógnitas. Te damos paneles con nombre, ficha técnica y vocación de durar. A medida, certificados y sin sorpresas. Desde nuestros modelos de 5 grecas, hasta productos más concretos.
No arriesgues tu cubierta ni tu tranquilidad. Elige calidad. Elige paneles con nombre y apellido. Elige Build Panel Solutions.